EL AMOR EN LA SOMBRA

Tres años han pasado desde la última vez que el Arquetipo de Escorpio brillase en luna llena, sin ser ensombrecido por un eclipse.

Tres años de catarsis, de alquimizar la sombra, de bucear en lo más profundo de mis aguas para abrazar las partes ocultas. Las que antes me avergonzaban y que ahora sé, que son las que han pulido la espada de luz de mi guerrera.

Es brutal la honestidad que reside en el acto de abrazar nuestras partes ocultas. Y son tantas las mentiras que nos contamos, cuando persistimos en acoger y mostrar solamente nuestro lado luminoso.

El camino subterráneo no ha sido libre de dolor, pero es tanta la verdad que ha brotado, al darle la vuelta a todas las creencias acerca de quien creía ser.

Mirando atrás, veo cómo era incapaz de amar esa imagen de luz, bondad y complacencia que confundía con mi personalidad (cuando aún creía en la existencia de ese concepto).

No me era posible amar mi versión más perfecta, porque nunca era suficiente.

Y la serpiente de la vida me llevó de la mano hasta empujarme por el precipicio, hasta que aflorara todo lo reprimido desde las profundidades de mi laguna alpina.

Nunca antes me había visto y sentido tan vulnerable.

La vulnerabilidad como sinónimo de “fragilidad”, otra creencia a la que la medicina del escorpión ha sabido dar la vuelta, hasta hacerme entender que las raíces de mi guerrera se sustentan justo allí, en mostrar lo que no solemos mostrar. En desnudarme hasta exponer las entrañas en toda su crudeza.

En la sombra es donde he encontrado la fuerza, la palanca para accionar el cambio de rumbo que tanto anhelaba mi alma.

Y ahora me siento en coherencia y me amo, y no me refiero solo a mi esencia, si no a mi parte humana también. Porque amo mi verdad, sin edulcorarla, ni enmascararla, y mi verdad es tan sumamente cíclica e imperfecta, que nunca se podrá enmarcar en una “personalidad”.

Y desde aquí me sorprendo cada mañana, dejando que la idea de quien soy fluya y se expanda y cambie y se contradiga.

Y desde este amor que siento al observar la totalidad de mis partes, desde aquí, es desde donde al fin permito que brillen todos mis colores.

Os envuelvo en amor,

Vanja 🤍 Artistrologie