Este inédito Danzar
Plenilunio en Tauro
Dos caminos, dos frecuencias.
Uno: el que me ha traído hasta aquí.
El segundo: el que comienza aquí y me lleva al siguiente misterio.
Miro debajo de mis pies y siento como el primero se desvanece en mil partículas.
A la vez que desde el cielo veo bajar microscópicas estrellas luminosas que van forjando una nueva senda.
Aunque mis pies transitan este presente conocido hay algo que se siente ya despedido y el nuevo paisaje, tan difuso y abstracto ya se está afianzando en mi columna y algo en mi danza se siente inédito.
Y aquí me encuentro suspendida en el aire, sin ninguna firmeza sosteniendo mi danzar, solo un vacío lleno de posibles milagros.
La mirada curiosa y atenta al reconocer un nuevo horizonte que me recuerda un deseo que fue entregado a la luna una noche que su brillo me conmovió especialmente.
Esa noche, mi corazón le susurró un sueño tan íntimo que ni yo pude escucharlo. Un secreto compartido entre mi latido y la luna que a partir de ese momento comenzaron a trenzar con amor el sincrodestino que hoy me toma de la mano mientras mis ojos siguen tapados por el manto de la noche.
Me entrego a este sublime “no saber” y saboreo el presente en disolución, sabiendo que pronto vendrá el día en el que la luna retirará el velo que cubre mi mirada y me despertaré en el lecho de mi nueva ventura.
Feliz misterio.
Con Amor,
Vanja 🤍 Artistrologie
