Permitirme "ser"
Vanja Schifferli Artistrologie
6/16/2022
Me adentro en mí, en búsqueda del cuartito sin ventanas donde encerré a mi niña.
La encuentro sentada en un escritorio dibujando con Saturno a su lado con una regla, midiendo la línea de cada trazo.
La pequeña Vanja está seria, los ojos llenos de lágrimas… me parte el corazón.
La cojo de la mano: “¡Nos vamos!”.
Me mira con incredulidad, se da la vuelta y tira la mesa encima de Saturno.
“Celebro tu rabia de mil colores”.
Nos vamos corriendo hacia el mundo de las fantasías. Las dos conocemos el destino.
Subimos una escalera de caracol sombría que nos lleva a una pequeña puerta de madera.
La abrimos y el sol cálido nos ciega por unos instantes con sus rayos amorosos. La puerta se encuentra en la base de un árbol majestuoso con ramas tan largas que podrían acoger a un pueblo entero en su abrazo.
Delante de nosotras vemos a nuestras dos ansiadas colinas del Alpe d’Ur, frente a la presencia sabia el Monte Sassalbo.
Corremos por la hierba verde, cantamos y nos regalamos diademas de florecillas de montaña.
Al atardecer volvemos al árbol que nos invita a subir. Escondida entre las hojas hay una cabaña mágica.
La niña se asoma y sale con un cuaderno negro y unos lápices blancos.
“Este es tu nuevo hogar: eres libre de jugar, de pintar tu universo particular sin juicios. Puedes darle vida a los guardianes imaginarios que te han protegido en el cuartito sin ventanas. Es el momento de quitarle las cadenas a tu creatividad rabiosa, de liberar tu fuego genuino”.
Bienvenido el error.
Bienvenidas las imperfecciones.
Bienvenidos los trazos confusos.
Libre de jugar, al fin... Sonrío.
Vanja · Artistrologie