SILENCIO DE COLORES

Me envuelvo con mis alas y descanso en esta crisálida hecha de plumas.

Siento sus caricias suaves sobre la piel.

Las lágrimas ya se evaporaron y mis mejillas vuelven a sonrojarse al sol.

Silencio de colores.

Llamo toda mi energía de vuelta dentro de este envoltorio, para volver a nutrir mi sagrado y enigmático camino.

Ha sido tanta la dispersión.

Se disuelve la nube hecha de palabras, su incesante murmullo y su intrínseca confusión.

Vuelve lo sencillo de los deleites presentes.

Observar los bigotes del gato mientras sueña.

Presenciar el diálogo entre dos pájaros que brillan bajo el sol.

Escuchar la lluvia tamborilear sobre el tejado.

Enamorarme de una flor.

Toda la importancia, todo el protagonismo que le he otorgado a mis opiniones y a mis preocupaciones se hacen irrelevantes.

Estaba perdida en el laberinto de los espejismos de la individualidad.

Ahora vuelvo a latir con las nubes, vuelvo a la humildad de estar al servicio del misterio, sin tener que buscar razonamientos y definiciones para ello.

Si lo defino, deja de existir.

Amo esta entrega a lo desconocido, sorprenderme al voltear cada hoja, sin anticiparme a nada.

Me percato de cada pestañear.

Una lluvia fértil de gotas de confianza ha reverdecido mis paisajes internos, pronto se llenarán de flores.

De momento, me quedo pintando cada hilo de hierba en silencio, y al brotar la primera flor, dejaré que sus pétalos me tiñan con su misterio.

Feliz Novilunio, bellas gotas de rocío.

Con Amor,

Vanja 🤍 Artistrologie